Teorías y mitos sobre el Colesterol

Publicado el 13 de enero de 2024, 1:19

 

El colesterol y todas las teorías sobre su importancia para nuestra salud.

El colesterol y su relación con las enfermedades coronarias son temas muy debatidos, y existen varias perspectivas en cuanto a su impacto en la salud. Aunque la creencia popular considera que el colesterol es perjudicial para la salud del corazón, la realidad es un tanto más compleja.

Por un lado, las empresas farmacéuticas han contribuido en mantener la idea de que el colesterol es la causa de las enfermedades del corazón, ya que las estatinas son los medicamentos más vendidos en la industria y representan billones en ventas. Por otro lado, los "escépticos del colesterol" sostienen que no existe una relación entre los niveles de colesterol y las muertes por enfermedad cardiovascular, atribuyendo a procesos inflamatorios o trastornos como la resistencia a la insulina la causa de las enfermedades coronarias.

Aunque es cierto que existen estudios que demuestran que no hay relación directa entre el colesterol y las enfermedades cardiovasculares, también hay investigaciones que sugieren que ciertos aspectos del colesterol sí están vinculados con estas patologías.

Es importante aclarar que las enfermedades coronarias son el factor principal de muerte en los países desarrollados, y que las recomendaciones nutricionales y farmacológicas para reducir el colesterol pueden ser contraproducentes si no se saben manejar correctamente.

Comencemos por entender qué es el colesterol y cómo circula por nuestro cuerpo.

La Importancia de Distinguir entre el Colesterol y las Lipoproteínas.

El colesterol es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano, ya que cada célula está cubierta por una membrana que contiene colesterol y otras grasas. También es importante para la síntesis de hormonas sexuales, vitamina D y bilis. Incluso la leche materna, que es el primer alimento que se consume, es rica en colesterol. La falta de colesterol puede causar patologías congénitas como el síndrome de Smith-Lemi-Opitz, que puede llevar a retraso mental, falta de musculatura y autismo.

Es importante destacar la diferencia entre el colesterol y las lipoproteínas, ya que el cuerpo necesita transportar el colesterol a través de la sangre a todas las células y tejidos del cuerpo. Las células pueden sintetizar la mayor parte del colesterol que necesitan, pero el resto se transporta a través de las lipoproteínas.

Se puede hacer una analogía con un río donde los diferentes puntos de producción o captación de colesterol son las fábricas, el colesterol es la mercancía y las lipoproteínas son los barcos que la transportan. La lipoproteína de baja densidad (LDL) se encarga de llevar el colesterol a las células, mientras que la lipoproteína de alta densidad (HDL) se encarga de recoger el colesterol sobrante y devolverlo al hígado.

Es importante entender que cada uno de estos componentes cumple una función vital y que el cuerpo busca constantemente el equilibrio. Aunque cuando se habla de colesterol alto o bajo, se hace referencia al colesterol LDL y HDL, y se le da especial atención al LDL-C, que se considera el "malo de la película". En realidad, la atención debería centrarse en el número total de partículas LDL (LDL-P), que puede separarse en categorías según el tamaño de las partículas (como si hubiera diferentes tipos de barcos LDL).

 

 

Teorías y mitos.

 

Desmintiendo el Mito de que Comer Colesterol Aumenta su Presencia en la Sangre.

A menudo se cree que la ingesta de colesterol en la dieta influye en el colesterol en sangre. Sin embargo, el propio Ancel Keys, creador de la teoría de que las grasas saturadas generan enfermedades coronarias, afirmó en 1997 que “No hay ninguna conexión entre el colesterol que ingerimos en la dieta y el colesterol en la sangre, salvo que seas un conejo”. Esto se debe a que los estudios que se llevaron a cabo en conejos, animales que no pueden metabolizar el colesterol como los humanos y que desarrollaron aterosclerosis tras ser alimentados con dietas altas en colesterol, no son aplicables a nuestra especie.

Aunque algunos individuos sí absorben más colesterol a través del intestino, la mayoría de los estudios realizados en ratas y seres humanos no han encontrado una relación significativa entre la ingesta de colesterol y el colesterol en sangre. Además, nuestro cuerpo posee un sistema sofisticado para regular el colesterol, ajustando su producción en función de las necesidades. Si se consume más colesterol en la dieta, el cuerpo produce menos y viceversa.

Por lo tanto, no hay necesidad de temer a los huevos o a otros alimentos que contengan colesterol.

 

La Verdad Detrás del Mito: ¿Las grasas saturadas aumentan el colesterol?

El aumento del colesterol debido al consumo de grasas saturadas es una verdad a medias. Si bien puede aumentar en algunas personas, generalmente el HDL aumenta más (y este tiene un papel protector) que el LDL. Sin embargo, lo importante es que no aumentan la enfermedad coronaria, según diversos estudios. Si reemplazas las grasas saturadas por carbohidratos refinados, aumentas el riesgo.

La teoría de Ancel Keys sobre las grasas y la enfermedad coronaria se basó en su famoso Estudio de los 7 Países. Keys dibujó una curva ascendente que correlacionaba la ingesta de grasas saturadas con la mortalidad por enfermedad coronaria. Sin embargo, si se muestran los 22 países de los que Keys tenía información, la imagen es bastante diferente. Es difícil trazar una línea recta que conecte estos puntos. De hecho, muchos científicos de la época se burlaron de Keys y de sus métodos.

Resulta irónico que en la misma época, John Yudkin, otro médico reconocido, identificó que el factor dietético que mejor correlacionaba con enfermedades coronarias era el azúcar, no la grasa. Hoy en día, sabemos que esta teoría es más acertada en muchas personas.

El miedo a las grasas saturadas se incrustó en nuestras mentes y se promovió la reducción de su consumo, incluso aunque la teoría no se sostuviera. Como consecuencia, muchos padres se aseguran de que sus hijos no coman grasas, pero no ven problema en que se atiborren de azúcar en los cereales del desayuno.

Si bien es cierto que el azúcar no es el único culpable en las enfermedades cardiovasculares, la creencia sobre las grasas saturadas como el principal factor de riesgo es una injusticia histórica. Esperamos que algún día puedan perdonarnos.

 

El mito contra las cuerdas: El colesterol causa enfermedades cardiovasculares.

Es común creer que existe una relación directa entre el nivel de colesterol y la aterosclerosis, pero en realidad esta relación es muy débil, o incluso inexistente. El LDL-C es un mejor indicador, aunque aún tiene sus limitaciones.

Un estudio de casi 140,000 individuos ingresados por enfermedades cardiovasculares mostró que en casi la mitad de los casos, sus niveles de colesterol LDL total (LDL-C) estaban por debajo de 100 mg/dL, lo que se considera un nivel "no peligroso". En lugar de concluir que no hay una relación clara entre el nivel de colesterol LDL y las enfermedades cardiovasculares, el estudio sugiere que se revisen las guías actuales para proponer tratamientos con niveles más bajos de LDL. ¿Quién está detrás de este estudio? La mega-farmacéutica Merck. ¿Cuál es su interés en manipular las conclusiones del estudio? Que más médicos recomienden sus fármacos a personas que no los necesitan.

Otro estudio no encontró una asociación entre los niveles de colesterol y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. En el caso de las mujeres, un nivel de colesterol elevado incluso tiene un efecto protector. Este estudio reveló que un nivel de LDL-C de 140 mg/dL se asocia con la menor mortalidad total, y se encontró un mayor riesgo con niveles superiores e inferiores.

Otro estudio identificó una correlación inversa entre el colesterol y la mortalidad en adultos mayores. Esto indica que el colesterol generalmente disminuye con la edad y aquellos en los que disminuye más rápido, mueren antes. Si tienes más de 60 años y tu colesterol disminuye rápidamente, no deberías alegrarte tanto.

Si analizamos los niveles de colesterol de diferentes países/poblaciones y las muertes por enfermedad del corazón, no encontramos mucha relación.

Estos estudios (y cientos similares) han llevado a muchos a pensar que "el colesterol no importa", pero esto tampoco es completamente cierto. Existe una relación, pero no es tan sencilla como se piensa (por ejemplo, no es cierto que cuanto más alto sea el nivel de colesterol, peor es), y desafortunadamente, los análisis tradicionales de sangre no proporcionan suficiente información para tomar decisiones importantes como la medicación.

Además, el LDL que se refleja en los análisis de sangre es calculado (no medido), a partir del HDL, los triglicéridos y el colesterol total. Esta fórmula tiende a mostrar un resultado mayor al real en personas con una dieta baja en carbohidratos. Si tienes triglicéridos bajos, es mejor utilizar la fórmula iraní.

 

 

Como se relaciona el colesterol con la aterosclerosis?

La aterosclerosis comienza cuando el colesterol se filtra debajo de las paredes de una arteria, el endotelio, desencadenando una serie de procesos inflamatorios que pueden derivar en la acumulación de placa y potencialmente, con el tiempo, en la obstrucción de la arteria.

El colesterol solo puede infiltrarse debajo de la pared arterial si una lipoproteína LDL la pone ahí, por eso es considerado el colesterol malo. Es como si un barco, en vez de seguir circulando por el canal, se estrellara contra un borde, generando un proceso oxidativo y una inflamación que es el origen de la enfermedad.

El sistema inmunológico detecta la "colisión" y envía macrófagos para engullir el colesterol oxidado y resolver el problema. Muchas veces, esto soluciona el incidente, y no hay mayores problemas, pero si estos "accidentes" se repiten de manera constante, el crecimiento de los macrófagos puede ser excesivo, llegando incluso a "reventarse", volcando su contenido en el interior del endotelio, y derivando finalmente en la formación de placa.

El mejor predictor de riesgo de que se produzcan estos accidentes no es el colesterol LDL total (LDL-C), sino el número de partículas que viajan (LDL-P) y el tamaño de las mismas. Cuantos más barcos tengas, y más pequeños sean, mayor es el riesgo, independientemente de cuánta mercancía llevan estos barcos.

En muchos casos navega una carga alta de mercancía (LDL-C) en relativamente pocos barcos grandes, y la probabilidad de que alguno se estrelle contra los bordes es muy baja. Los análisis tradicionales miden el LDL-C, no el LDL-P. A veces hay relación entre ambos números, y otras muchas veces no.

 

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